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sábado, 31 de octubre de 2015

31-10-15





………………………………..desde vlad tepes sorteando
troncos y
cuerpos…………………………….
o mejor dicho……………………………………troncos en los cuerpos………………………………………
………………….vlad tepes el drácula de bram stoker trepando medianeras como lagartija…...................................................................................................................
hasta el último trago de la noche………………………mientras fluye mi sangre dijo
el parroquiano………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………..enhebrar la mirada turbia de la tarde suburbana la caída implacable de madejas cotidianas eternos hilos que recorren sótanos & azoteas…laberinto humano entre el maravilloso tránsito ballardiano …odas cosmopolitas que besan mis nervios…amantes de las hojas escritas …bebamos de una vez por todas…………………………………….enhebrar dije…con la copa en la mesa y la mirada fluctuando del pasado
al tabaco en
los labios………………………………………………………………..
………………………………………………………………..................lunes 17:50…seis menos diez…en la barra del perdido bar urbano…necesito boicotear la obra necesito boicotear al asesino serial con + cal y veneno para ratas…el problema del argentino medio es justamente eso…dispara para cualquier lado hace desastres y siempre está en el medio…molesta como esta puta mosca revoloteando mi copa…si troilo estuviera acá paga una ronda y toca nocturno a mi barrio…
cuando encuentre la noche me escapo con mireya…lo mejor para la resaca es un bloody mary en ayunas……………………………………………………………………………………………………………
……………………..cuantos fantasmas saltan la recova………………………………………………………..
……………………..cuantos fantasmas ocupan mis zapatos…………………………………………………..
……………………..cuantos fantasmas revuelven el café escriben en servilletas manchan de tinto la página del libro cambian palabras matan la cita te hablan desde el espejo como testigos de tus faltas y te roban la copa…………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………la colonización bolchevique en la espuma del bicarbonato con limón……………………………………………………………………… …………………………………………………………………………………sube al subte con el violín y la cola enroscada en la cintura…toca tu sombra……………………….extraño ese buenos aires desolado y la luz de la vela en la ventana… una medianoche de domingo………………………………………. ………………………………………………………………………………………………………………………………….
……………………………………………………….colores del setenta y tres…humedad ochenta………..
………………………………………………………………………………………………………………………………….
………………aprendé en la siembra enseñá en la cosecha gozá en el invierno…………………….
………………………………………………………………………………………………………………………………….al soldado lo mataron en el frente de batalla…los familiares degollaron al cartero…la antropofagia de los vecinos me tiene sin cuidado bebo sangre como cualquier mortal y en cada banquete siento a los muertos en la mesa para acompañar la velada……………………….. …………………………………………………………………………………………………………………………………
…………………………………………………………………………………………………………………………………
……………………………………………………………………………………………………………soñaba con un incendio con el cuerpo quemado del dante a mitad del camino a mitad de la selva negra a mitad del lugar para decir del calcinado de la leche amamantada del soberbio lugar de los que se olvidan de la imagen en el vientre de los decapitados del verbo insistente y la rosa + hoy sueño y la barca partió……………………………………………………………
…………………………………….doce menos diez...hubo un lugar donde nunca encontramos una mano para salir a la superficie y respirar el aire de los cementerios…las caléndulas amadas de los pies…cartas + cartas queriendo ordenar la biografía del condenado……………………….
……………………………………………………………………………………………………& nos sentamos al final de la escalera a discutir las parcelas…veinte renglones para cada uno…………………….. ………………………………………..es tu historia dijo……………………………………………………………..
………………………………….a mí dejame el colofón………………………………………………………



Jorge Rivelli (Buenos Aires, 1954). Poeta. Ha publicado en poesía: Un tiempo para matar(1991); Movimiento en fuga (1992); Trompe l’oeil (1994); Hebra mojada, –en colaboración con Alejandra Mendé-(1997); Matambre (2004) y Las calles terminan en los bares ( 3er. premio Fondo Nacional de las Artes, 2005); Fue incluido en la antologías: Legado de poetas ,Poesía Social Argentina 1956-2006 (2007) y Poetas & putas (2008). Desde 1999 dirige la revista de poesía OMERO.

jueves, 29 de octubre de 2015

29-10-15



Te podría decir muchas cosas de la fiesta, pero me acuerdo la mitad.
Las bisagras de algo indefinido sostienen una puerta.
Una puerta grande y azul que de un mordisco se traga toda la luz.
Esta se abre y se cierra un par de veces (como un baile derviche-tropical)
y el silencio que deja al descubierto es frío como el acero.
La puerta, naturalmente, tiene una manija. Está ardiendo.
Desde lejos, su calor seco se mete entre la piel como pequeñas
navajas. Entran por la nariz, por la boca y por los ojos,
por los núcleos y por los intestinos.

No me separan tantos pasos de la puerta como creía. No.
Silencio enloquecedor, música creada por estímulos eléctricos.
Las luces multicolores se ramifican como pequeños
devoradores amazónicos.

La fiesta se desnuda como una mujer hermosa y furtiva.
Recibo la gente como quien recibe labios.
Es casi lo mismo en manos del destino, o en todo eso.
Puñales, peldaños cuesta arriba...

El fuego metálico de la manija obliga a cada porción de mi mismo
a volver hacia ella. La puerta grande y azul respira abombada cada vez
que se abre y se cierra. Se abre y se cierra
con un susurro. No, es silencio lo que suena, sí.
Volvamos a la manija, ya llego.
La miro bien y sigue caliente; latiendo ahora por el cambio de óptica.
La envuelvo con la mano (tiene el tamaño de un pequeño mundo)
y se transforma en un furioso ojo humano cuyas lágrimas son sangre.

La gente se multiplica, cambian sus formas una y otra vez.

El universo que se va creando deja al descubierto dos aristas: la primera,
como una puntita sostenida por un filo de neón, es el éxtasis
de sabernos hermosos y eternos.
La segunda, por el contrario, no tiene tiempo. Porque es complicado 
el tiempo presente. La maravilla inútil de existir. Vamos.

Los niños pellizcan inquietos la torta que está en la mesa. Creo que los
caprichos y deseos los hacen tan interesantes. Un grito ronco se divide
en temporadas cuando atraviesa el aire -sorpresa, odio, delirio y comunión-
revienta la tranquilidad bien fingida del jardín pero nadie se sobresalta.
El blues de armónica lleva un ritmo misterioso y atonal,
como una sonrisa sin dientes. El grito viene de adentro, lejos de este pasto
bien cortado y las enamoradas del muro. Los niños charlan, se debaten entre
interrogantes y caritas oscuras. La luz, entre violeta y salmón, baña la fiesta
como un sueño borracho.
El cuerpo y el alma piden siempre dos cosas: reinventar y reventar.
El que grito era yo.

La gente baila, multiplicándose.

La cafetería al final de la calle se encuentra en llamas, como enormes lenguas
de fuego el incendio engulle el edificio lenta pero vorazmente.
Como velas a la penumbra absoluta.
Es un gran hijo de puta mandándose todo muy rápido.
El humo negro y con olor a plástico es dulzón.
Aquellos niños del jardín miran la columna zigzagueante trepar por el cielo y rien. (Encontraron la mejor forma para poner de acuerdo de una vez.) Ríen, y 
la luz no quiere terminar por desprenderse de su telaraña; la noche como una
enorme araña fea y prepotente espera el momento.
Creo que no puede tardar mucho en bajar.

La cafetería sigue ardiendo y, como una coreografía de ciegos frenéticos,
los consumidores se apuran para alejarse de aquel desastre.
El viento sopla y oxigena las brasas que brillan como piedras preciosas llorando.
La sed de encontrarse dentro de un incendio solo se calma con más fuego.
Hay caras de desesperación, todos chillan y sollozan transpirados llenos de 
cenizas grises y pastosas.
Todos, menos aquel hombre de saco negro sentado en el banco de enfrente.
Este sonríe mirando las llamas del edificio convertir una idea en ruinas.
La sed de incendiarse solo se encuentra dentro de la calma del fuego.

Sepamos que lo eterno nunca, pero nunca, es perfecto. Por algo es eterno.
Bienvenidos a la fiesta.

viernes, 16 de octubre de 2015

El sapo




x Juan José Arreola (*)

Salta de vez en cuando, sólo para comprobar su radical estático. El salto tiene algo de latido: viéndolo bien, el sapo es todo corazón.



Prensado en un bloque de lodo frío, el sapo se sumerge en el invierno como una lamentable crisálida. Se despierta en primavera, consciente de que ninguna metamorfosis se ha operado en él. Es más sapo que nunca, en su profunda desecación. Aguarda en silencio las primeras lluvias.



Y un buen día surge de la tierra blanda, pesado de humedad, henchido de savia rencorosa, como un corazón tirado al suelo. En su actitud de esfinge hay una secreta proposición de canje, y la fealdad del sapo aparece ante nosotros con una abrumadora cualidad de espejo.



(*) Víctima de una hidrocefalia que lo aquejó durante sus últimos tres años, muere a los 83 años en su casa en Jalisco; le sobrevivieron su viuda, tres hijos y seis nietos.

domingo, 11 de octubre de 2015

seven souls




Los antiguos egipcios postularon siete almas.[1]
El alma superior, y la primera en irse en el momento de morir, es Ren, el Nombre Secreto. Esto corresponde a mi Director. El dirige la película de tu vida desde la concepción hasta la muerte.
El Nombre Secreto es el título de tu película. Cuando morís, ahí es cuando Ren surgió.

Segunda alma, y la segunda en abandonar el barco que se hunde es Sekem: Energía, Poder, Luz. El Director da las órdenes, Sekem aprieta los botones indicados.
El número tres es Khu, el Angel Guardián. Él, ella, o eso es el tercero afuera…Representado volando sobre una luna llena, un pájaro con alas luminosas y cabeza de luz. Ese tipo de cosas que se pueden ver en una pantalla en un restaurante indio en Panamá. Khu es responsable del sujeto y puede lastimar en su defensa -pero no permanentemente- ya que las tres primeras almas son eternas y no están siempre con vos.
Ellos vuelven al Cielo para embarcarse nuevamente.

Las 4 almas restantes deben medir posibilidades con el sujeto en la Tierra de los Muertos.
Número cuatro, Ba, el Corazón, a menudo traidor. Es representado por el cuerpo de un halcón con tu rostro, encogido es parecido al tamaño de un puño. Muchos héroes han sido derrotados como Sansón, por el pérfido Ba.
La quinta. Ka, el Doble, el más estrechamente asociado con el sujeto. Ka, que por lo general alcanza la adolescencia en el momento de la muerte corporal, es la única guía confiable a través de la Tierra de los Muertos hacia las Tierras Occidentales.
La sexta es Khaibit, la Sombra, la Memoria, todo tu pasado condicionante de esta y otras vidas.

Número siete es Sekhu, los Restos.

[1] Extracto de "The Western Lands", novela publicada en 1987, llevado a la música por el bajista Bill Laswell. Una versión cavernosa y electrónica redoblando en una base de dub -genero musical que a Burroughs le gustaba como forma de meditación: el final, su recorrido- Traducción x Joaquín Cruzalegui.